VATICANO, 06 Abr. 21 (ACI Prensa).- Este 6 de abril de 2021 el Beato Pier Giorgio Frassati cumpliría 120 años, y como cada año, algunos fieles devotos rezan un “Rosario con Pier Giorgio” para pedir que “todos los jóvenes sean apoyados e iluminados por la gracia de la castidad”.
El motivo de esta intención particular se debe a que este año se cumplen cien años de cuando el Beato Pier Giorgio se inscribió a la confraternidad “Milizia Angelica” que tiene por objetivo apoyar la virtud de la castidad bajo el patrocinio de San Tomás de Aquino y de la Virgen María.
“La castidad, de hecho, concierne a todos los aspectos de la vida, ya que podemos ser físicamente castos pero egoístas, orgullosos, dispersos, mundanos y más”, destacó la Acción Católica Italiana.
P. Paolo Asolan advirtió que los jóvenes han vivido un año en el cual “la computadora y las redes sociales han sido el único ambiente de vida que han verdaderamente frecuentado, y para muchos, aquel ambiente ha sido también una ocasión para desarrollar adicciones que a su vez son síntomas de malestar relacional más o menos profundo, cortocircuitos internos y de gran soledad”.
Por ello, aprovechando esta fecha, la Asociación Pier Giorgio Frassati invita a rezar con el Beato Pier Giorgio para pedirle “que nos ayude y nos ilumine a crecer y a caminar en el amor como él ha caminado: un amor que es de alma y de cuerpo, y que tiene su centro en la posesión y el don de uno mismo, en la relación con el Señor y en la felicidad del don”.
Datos biográficosPier Giorgio nació en Turín, Italia, el 6 de abril de 1901. Creció en el seno de una familia muy rica. Su padre fue el fundador y director del diario La Stampa y su madre una notable pintora que le transmitió la fe.
En su adolescencia cultivó una profunda vida espiritual, se hizo activo miembro de la Acción Católica, el Apostolado de la oración, la Liga Eucarística y la Asociación de jóvenes adoradores universitarios.
Decidió estudiar Ingeniería Industrial Mecánica para trabajar cerca de los operarios pobres e ingresó al Politécnico de Turín donde fundó un círculo de jóvenes que buscaban hacer de Cristo el centro de su amistad.
Llevó una vida austera y destinó a obras de caridad buena parte del dinero que sus padres le daban para sus gastos personales. Su fuerza estaba en la comunión diaria y la frecuente adoración al Santísimo.
Fue deportista, esquiador y montañista. Escaló los Alpes en el Valle de Aosta. Asimismo, nunca perdió la oportunidad de llevar a sus amigos a la Santa Misa, la lectura de las Sagradas Escrituras y el rezo del Santo Rosario.
Cuando cumplió 24 años le diagnosticaron poliomielitis fulminante, una enfermedad que lo llevó a la muerte en solo una semana.
Partió a la casa del Padre el 4 de julio de 1925 y tuvo un funeral multitudinario entre amigos y personas pobres.
San Juan Pablo II lo beatificó en 1990 y destacó con su ejemplo, Pier Giorgio Frassati proclama “que es ‘santa’ la vida que se conduce con el Espíritu Santo, Espíritu de las Bienaventuranzas, y que solo quien se convierte en ‘hombre de las Bienaventuranzas’ logra comunicar a los hermanos el amor y la paz”.
Además, San Juan Pablo II dijo que el Beato Frassati “testimonia que la santidad es posible para todos y que solo la revolución de la caridad puede encender en el corazón de los hombres la esperanza de un futuro mejor”.
Traducido y adaptado por Mercedes De La Torre. Publicado originalmente en ACI Stampa
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