LA PAZ, 15 Jul. 18 (ACI Prensa).- Con un llamado a proteger a las familias de las ideologías que cuestionan su identidad, culminó el V Congreso Americano Misionero (VCAM) realizado en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), del 10 al 14 julio, que contó con la presencia de representantes de 24 países.
El evento culminó con una Misa presidida por Mons. Sergio Gualberti, Arzobispo de Santa Cruz, en el altar donde el Papa Francisco celebró la Eucaristía durante su visita a Bolivia en julio de 2015, y donde bendijo las cruces que recorrieron toda América para convocar al VCAM.
Durante su homilía, el Prelado denunció que las familias del continente son “constantemente hostigadas por corrientes ideológicas colonizadoras” que cuestionan su identidad, cimentada “sobre el amor exclusivo y fiel hasta la muerte entre un varón y una mujer, abierta a la vida y la educación de los hijos conforme a los valores del Evangelio y de nuestras culturas indígenas”.
Además, señaló que hay familias que andan “sin rumbo, afectadas en su integridad a causa de la pobreza, la migración, de las separaciones y divorcios”.
Por ello, llamó a llevarlas a su encuentro con Cristo para que “se reencuentren a sí mismas como Iglesias domésticas, como hogares cimentados sobre la fe, el amor, la comunión, la reconciliación y el perdón y como sagrarios de la vida y escuelas de la humanización”.
Mons. Gualberti también denunció los regímenes totalitarios y populistas que existen en algunos países y que “mantienen a la población en una situación de postración, de opresión y de muerte”. Incluso, señaló, “se persigue a los que se desmarcan del pensamiento único, se priva de la libertad, se recurre a la violencia hasta el extremo de quitar la vida”.
“Pienso en particular en los hermanos que por estas razones no han podido participar de este encuentro. A ellos nuestra cercanía, comunión y solidaridad sincera”, expresó.
El Arzobispo también llamó a vencer la pobreza que aún afecta a una buena parte de la población americana, “fruto de un sistema injusto y mercantilista donde la economía está por encima del hombre”.
Asimismo, abogó por los migrantes que salen de sus países buscando una vida digna, pero que “chocan contra los muros de la xenofobia y la vergüenza, muros que separan los niños de sus padres y que discriminan por los orígenes y condiciones personales y sociales”. Es necesario, afirmó, “construir puentes de fraternidad y solidaridad”.
Mons. Gualberti agradeció a las familias que acogieron a los peregrinos y expresó su deseo de que el VCAM “haya sido una experiencia misionera auténtica y entusiasmante, una gracia del Señor para todos nuestros países”.
La gracia de Dios “no podemos guardar exclusivamente para nosotros mismos, sino que con valentía y confianza tenemos que compartir”, afirmó.
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