, 22 Jun. 21 (ACI Prensa).- Los obispos de Ecuador aseguraron que la vacuna contra el COVID-19 da esperanza para superar la crisis que dejó la pandemia y por ello alentaron a los ciudadanos a no tener miedo de vacunarse.
El 17 de junio, el Consejo de Presidencia de la Conferencia de Obispos Católicos de Ecuador envió un comunicado a la población para anunciar que se suman a la promoción de la vacunación contra el COVID-19.
En su mensaje titulado “La vacuna salva vidas”, los obispos señalaron que “no hay familia que no haya sufrido en carne propia los efectos de este mortal virus” en su país y el mundo.
“El mundo entero viene enfrentando desde hace más de un año una gran crisis ocasionada por la pandemia del COVID-19, la misma que ha causado dolor, lágrimas, muertes y sufrimiento”, dijeron.
En medio de este contexto, los obispos afirmaron que ven “una luz de salida a esta crisis” en el “proceso de vacunación que se lleva a cabo en el mundo entero y también en nuestro país”.
Al respecto, recordaron que hace unos meses el Papa Francisco expresó su apoyo a esta medida sanitaria como una forma ética de frenar el avance letal del virus.
“Creo que éticamente todo el mundo debería vacunarse. Es una opción ética, porque te juegas tu salud, tu vida, pero también te juegas la vida de los demás”, dijo el Santo Padre.
Los obispos subrayaron que “la vacuna gestionada por las Instituciones públicas y privadas es un signo de esperanza para superar la crisis social y económica desatada por la pandemia” y también es “un gran esfuerzo digno de gratitud y felicitación”.
En ese sentido, instaron a los ecuatorianos a no tener miedo de vacunarse y participar en las campañas de vacunación que les corresponda, pues así ayudarán a salvar la vida de sus familias y de toda la ciudadanía.
“Como obispos del Ecuador, nos sumamos a las campañas de promoción para que concurramos con toda seguridad a los lugares asignados para recibir la vacuna, cuyo beneficio, como se ha dicho, es personal y social”, dijeron.
“Les invitamos a superar todo prejuicio y temor. Recordemos que ¡La vacuna salva vidas!”, concluyeron.
El año pasado en Navidad, el Papa Francisco dijo que “hoy en este tiempo de obscuridad y de incertidumbre por la pandemia aparecen diversas luces de esperanza como el descubrimiento de las vacunas”; pero advirtió que “para que estas luces puedan iluminar y llevar esperanza a todo el mundo deben estar a disposición de todos”.
En ese sentido, pidió que ante la crisis sanitaria del COVID-19 se promueva “la colaboración y no la competición” y se busque “una solución para todos, vacunas para todos, en especial para los más vulnerables y necesitados de todas las regiones del planeta”.
En marzo, el Santo Padre reiteró su pedido y exhortó “a los responsables de los estados, a las empresas, a los organismos internacionales” a cooperar para garantizar “vacunas para todos”.
Sobre la moralidad del uso de algunas vacunas contra el COVID-19, la oficina de prensa de la Santa Sede informó el año pasado que el Papa aprobó una nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde se afirma que es moralmente aceptable utilizar las vacunas que han utilizado líneas celulares de fetos abortados.
Subrayaron que “no se trata de una legitimación, ni siquiera indirecta, de la práctica del aborto”, pues en este caso “existe un peligro grave, como la propagación, por los demás incontenible, de un agente patógeno grave”.
En ese sentido, se pidió “tanto a las empresas farmacéuticas como a los organismos sanitarios gubernamentales que produzcan, aprueben, distribuyan y ofrezcan vacunas éticamente aceptables, que no creen problemas de conciencia, ni al personal sanitario ni a los propios vacunados”.
Situación de la pandemia en Ecuador
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, que asumió el mandato el 24 de mayo, presentó el nuevo plan nacional de vacunación contra el COVID-19 que inició el 31 del mismo mes. La meta es inmunizar a nueve millones de personas en los próximos 100 días.
El denominado “Plan de vacunación 9/100” consta de cuatro fases y actualmente se encuentra en la fase dos, que busca vacunar del 15 de junio al 15 de julio a las personas de 50 a 64 años, al personal de sectores estratégicos, y personas de 16 a 49 años con discapacidad o enfermedades crónicas.
Según la administración del ex mandatario de Ecuador, Lenin Moreno, hasta el 23 de mayo se aplicaron dos millones de dosis a la población considerada prioritaria, como adultos mayores, trabajadores de salud, personal de la seguridad pública, personas con discapacidad y pacientes con enfermedades crónicas o comorbilidades.
En Ecuador hay un poco más de 17,7 millones de personas. Según el “Vacunómetro”, sitio web implementado por el Ministerio de Salud por disposición del actual gobierno, hasta ahora un poco más 1.2 millones de personas han sido totalmente vacunados y alrededor de 1.1 millones recibieron la vacuna “parcialmente”.
Según el último reporte del Gobierno de Ecuador, que comprende hasta el 21 de junio, en el país se registraron 446.633 casos de personas infectadas con COVID-19, 415.508 recuperados y 21.304 fallecidos.
El 20 de junio llegaron 206 mil dosis de la vacuna AstraZeneca compradas por el Ministerio de Salud Pública para distribuirlas a escala nacional. A la fecha, el país ha recibido en total un poco más de cinco millones de dosis de vacunas, entre las marcas AstraZeneca, Sinovac y Pfizer. De todas ellas, hasta ahora se han usado cerca de tres millones y medio de dosis.
Ese mismo día, el presidente Lasso dijo a la prensa que el objetivo principal de su administración es el plan de vacunación y afirmó que se están poniendo 80 mil vacunas por día y que entre julio y agosto llegarán seis millones de vacunas adquiridas de Cansino y también otras de Sinovac.
Asimismo, el mandatario pidió que se amplíe el rango etario para la vacunación contra el COVID-19, y recordó a la población que “en la medida que logremos un alto porcentaje de vacunados entraremos más rápidamente a la normalidad”.
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