REDACCIÓN CENTRAL, 08 Feb. 21 (ACI Prensa).- San Jerónimo Emiliani fue un religioso italiano que se consagró al servicio de los pobres; fundador de la Congregación de los Clérigos Regulares de Somasca, orden dedicada a ayudar a niños huérfanos.
Jerónimo nació en Venecia (Italia) en 1486. De joven fue militar, llegando a ser comandante de las fuerzas que defendían la fortaleza de Castelnuovo de Quero. Sin embargo, el revés que le significó ser apresado en su propio castillo cambió su perspectiva de la vida, por lo que inició el camino de la conversión y el acercamiento a Dios, marcado por la humildad. Jerónimo se aferró a la Virgen María, a quien pide por su liberación. En el silencio y la soledad del presidio, Jerónimo forjó con el Señor una amistad por medio de la oración. Un día, de forma inesperada, logró salir de su calabozo sin dificultad alguna.
Tras esta experiencia, volvió a Venecia para encargarse de la educación de sus sobrinos, y su tiempo libre lo consagró al estudio de la teología y las obras de caridad. Corría el año 1518, y Jerónimo había hecho de los hospitales y los refugios para los más pobres sus destinos favoritos.
En 1531, tras la propagación de la peste del cólera, Jerónimo convenció a los habitantes de Verona de la importancia de construir un hospital; luego, en Brescia, erigió un orfanato; y en Bérgamo, uno para niños más grandes y otro para niñas. Allí también fundó un hogar de acogida para meretrices que deseaban dejar atrás la vida de sufrimientos, deshonra y esclavitud que habían tenido.
Junto a dos sacerdotes, Alejandro Besuzio y Agustín Bariso, colaboradores en sus obras de caridad, fundó en 1532 una sociedad religiosa, estableciendo la casa matriz en Somasca, entre Milán y Bérgamo. Los miembros se hicieron conocidos como los Clérigos Regulares de Somasca.
La Congregación, que en la actualidad cuenta con unas 75 casas en el mundo y unos 500 religiosos, se ha dedicado al cuidado de los huérfanos, los pobres y los enfermos. San Jerónimo ordenó desde el inicio que la acogida al forastero, el hospedaje, la comida y la ropa debían llevar “la marca” de la pobreza religiosa.
Jerónimo Emiliani falleció el 8 de febrero de 1537 a los 56 años. Múltiples milagros se le reconocieron después de muerto.
Fue beatificado por el Papa Benito XIV en 1747 y canonizado por el Papa Clemente XIII en 1767. El Papa Pío XI lo declaró en 1928 Patrono de los niños huérfanos.
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