Redacción Central, 18 Dic. 20 (ACI Prensa).- El joven rapero católico Grilex, habló de su historia de conversión, del uso que le da al don de la música y de la necesidad para la Iglesia de llevar el Evangelio a los jóvenes a través de las herramientas del siglo XXI, pero sin cambiarle la esencia.
“El Evangelio es tan atractivo, tan llamativo, que tenemos que intentar transmitirlo a través del siglo en el que estemos. Tenemos Twitter, YouTube, Facebook y todo eso tenemos que tratar de reinventarlo para que, a la hora de comunicarnos, seamos muy del siglo XXI sin cambiar la esencia”, comentó el 17 de diciembre Guillermo Esteban, el joven madrileño de 26 años que es conocido en el mundo de la música como Grilex, en una entrevista concedida a Alejandro Bermúdez, Director de ACI Prensa, en su programa Cara a Cara en EWTN.
Según contó en la entrevista, el joven conoció el rap entre los 7 y 8 años de edad a través de un amigo. Sin embargo, su historia de conversión comenzó a los 17 años, con la complicada enfermedad que le diagnosticaron a su hermano y con una canción que le compuso.
Antes de convertirse, Grilex tuvo que pasó por circunstancias difíciles que lfinalmente lo llevaron a experimentar el amor de Dios. Con el paso del tiempo, el músico empezó a rapear temas seculares, utilizando palabras soeces para atraer nuevos seguidores, como explicó en la entrevista.
“Me puse a escribir y toda la presión que tenía por dentro se reducía, y allí encontré el don del rap. Sin embargo, al principio no lo veía como un don de Dios, sino como un poder que pensaba que era mío. Cuanto más subía a nivel fama y éxito, más vacío me sentía a nivel personal y eso dentro de mí era algo que no entendía”, reveló.
Grilex cree que “estamos en una generación que está muy rota”. “Estamos desorientados por nuestras heridas. La cabeza, que tiene ser la familia, muchas veces está desestructurada y nos ha hecho daño desde pequeños. Si nuestra propia familia no la tenemos como referentes, entonces serán aquellas personas que hablan del dolor, del menosprecio, y nosotros los jóvenes nos fijamos en ellos”, comentó.
“Mi corazón estaba cerrado a la Iglesia, mi corazón estaba cerrado totalmente a la Santísima Trinidad, a todo. Cuando un corazón está cerrado y empieza a romperse quedan grietas y Cristo, que es genial, aprovecha esas grietas para colarse en el corazón”, dijo
Sobre su proceso de conversión, resaltó que este “durará toda la vida”.
“Personas como yo, cada día necesitamos del Señor, porque si no metemos la pata. Pero sí que es verdad que, cuando una persona está rota y dice que su vida no tiene sentido, ahí el Señor aparece y te dice: ‘Sí, tu vida tiene sentido, pero si es conmigo’”, dijo a la audiencia.
Acerca de su conversión, Grilex recuerda que hace unos años fue invitado por una joven a unas Cenas Alpha, de evangelización. El accedió porque la joven le pareció “muy guapa”. Cuando llegó allí se sorprendió al ver a las personas que servían, ya que estas eran muy felices sirviendo las meriendas.
“Esto me hizo preguntarme ¿hace cuánto tiempo que no sirvo a los demás? Me estoy sirviendo constantemente a mí mismo. Eso me abrió otro panorama de intentar hacer voluntariados para ayudar a personas discapacitadas o ancianas. Poco a poco, en esas personas, fui descubriendo el amor de Dios”, contó.
“Intento evangelizar a través del don del rap: concientizar que Cristo vive, acompaña, ama, apuesta por nosotros”, resaltó.
En la entrevista, Grilex aseguró que “si queremos seguir a Cristo debemos de ser valientes”.
“A veces nos puede superar el miedo, la debilidad, a veces nos vamos a equivocar, pero tenemos que seguir a Cristo en todo tipo de condiciones y no solo cuando todo va bien. También cuando caemos en pecado, automáticamente a levantarse porque sin Él no somos nada y con Él somos todo”, dijo.
Finalmente, Grilex confesó que él busca ser del tipo de “personas que hablan poco, y acompañan más”. “No necesitamos tantas charlas o que nos intenten dirigir, sino personas que nos acompañen y actúen como Cristo y se preocupen por las almas”, acotó.
Al ser preguntado acerca del miedo que muchas veces pueda llegar a frenar el deseo de evangelización de los jóvenes, respondió: “¿Tú has nacido para la mediocridad o has nacido para la santidad y la plenitud? Vivir de una forma mediocre es perder el tiempo y perder la vida. Esta vida es efímera. ¿Qué huella quieres dejar?”.
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