VATICANO, 18 Dic. 20 (ACI Prensa).- El Vaticano expresó su respeto por la justicia francesa ante la sentencia condenatoria del Tribunal Correccional de París contra el ex nuncio apostólico en Francia, Mons. Luigi Ventura, por agresiones sexuales contra cuatro hombres.
El ex diplomático de la Santa Sede fue condenado a ocho meses de prisión suspendida y al pago de 13 mil euros en indemnizaciones a los demandantes. Además, también deberá pagar 9 mil euros en concepto de costas judiciales.
En un comunicado difundido por la sala de prensa del Vaticano, se señala que “la Santa Sede ha tomado nota de la sentencia contra Mons. Luigi Ventura”, al mismo tiempo que se recuerda que su abogado ha reiterado su inocencia y que Mons. Ventura “siempre ha demostrado la voluntad de colaborar”.
Según la sentencia, el Arzobispo, de 76 años, ha sido hallado culpable de haber puesto “las manos en las nalgas” de los demandantes. El ex nuncio habría tocado indebidamente de esa manera a dos de los demandantes en la alcaldía de París en las recepciones de inicio de año de 2018 y de 2019.
Al tercero, lo habría tocado en una reunión en un hotel de la capital francesa y al cuarto, un seminarista, al finalizar una Misa. Además, un quinto hombre también denunció al ex Nuncio, aunque no llegó a presentar la demanda.
Los abogados de los demandantes han mostrado su satisfacción por la sentencia. Sin embargo, la abogada de Mons. Ventura, Solange Doumic, reiteró en declaraciones al diario francés Le Figaro la inocencia de su defendido y anunció que “planea hacer una apelación, aunque está destruido por este caso”.
Según informó el diario español ABC, el comportamiento del Arzobispo se debería a una “enfermedad cognitiva”. El Tribunal aceptó ese atenuante lo que ha permitido reducir notablemente la condena y evitar el ingreso del prelado en prisión.
De esta manera, finaliza un juicio que inició el 10 de noviembre. Mons. Ventura ya había presentado su renuncia como nuncio apostólico en Francia en diciembre de 2019 al alcanzar el límite de 75 años.
Asimismo, el Vaticano le retiró en julio de 2019 la inmunidad diplomática para que pudiera ser juzgado por los tribunales franceses.
Según su abogada, el obispo se encuentra “destruido” por la sentencia ya que confiaba en poder explicarse durante el juicio “para que se haga luz y se reconozca su inocencia”.
La abogada también subrayó la voluntad de colaborar del prelado, quien reside en Roma y no estuvo presente en París para el juicio. Según la letrada, el ex nuncio pidió “el levantamiento de la inmunidad para que pueda explicarse ante los tribunales”.
Esa interpretación, en cambio, no fue aceptada por los abogados de los demandantes, para quienes el levantamiento de la inmunidad se logró tras la presión de los demandantes en febrero de 2019.
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