VATICANO, 11 May. 20 (ACI Prensa).- Los patriarcas y jefes de las Iglesias de Tierra Santa han rechazado los planes de Israel de anexionarse de forma unilateral tierras pertenecientes a Cisjordania que la ONU reconoce de soberanía palestina.
En una declaración conjunta publicada el pasado 7 de mayo, el Consejo de Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Tierra Santa denuncian “la paralización del proceso de paz en Oriente Medio entre israelíes y palestinos debido a toda una serie de iniciativas unilaterales de anexión de tierras de Cisjordania por parte de Israel”.
Según los Patriarcas y Jefes de las Iglesias, estos proyectos “plantean preguntas de extrema gravedad sobre la viabilidad de cualquier acuerdo de paz para poner fin a un conflicto que ya dura decenios y que se continúa cobrando la vida de muchos inocentes”.
Por ello, piden al Estado de Israel que “se abstenga de dichas acciones unilaterales que conducirían a la pérdida de toda esperanza de éxito en el proceso de paz”.
Asimismo, el Consejo invita a las autoridades de Estados Unidos, de la Federación Rusia, de la Unión Europea y de las Naciones Unidas “a dar una respuesta a esto planes de anexión unilateral mediante una iniciativa de paz con límites temporales y escalonado de acuerdo con el derecho internacional y las resoluciones de las Naciones Unidas con el fin de garantizar una paz global, justa y duradera en esta parte del mundo considerada sangrada para las tres religiones abrahámicas”.
En el comunicado también se apela “a la Organización para la Liberación de Palestina, en cuanto que representante legítimo del pueblo palestino, para que resuelva sus diferencias internas, así como todos los conflictos entre las demás facciones que no están bajo su paraguas”.
De esa manera, los palestinos “podrán presentar un frente unido orientado a la obtención de la paz y la reconstrucción de un Estado viable fundamentado en el pluralismo y los valores democráticos”.
Las autoridades israelíes han justificado sus planes en que el proyecto de paz presentado por Estados Unidos el pasado mes de enero, denominado por el Presidente Donald Trump como “acuerdo del siglo”, permitía a Israel extender su soberanía sobre el 30% del territorio de Cisjordania, y consolidar Jerusalén como capital de Israel.
Sin embargo, ese mismo plan establecía que Israel debía congelar la ampliación de sus asentamientos en territorio palestino durante los próximos cuatro años. A pesar de ello, durante la última campaña electoral en Israel, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, empleó como baza electoral la construcción de 5.000 viviendas en barrios orientales de Jerusalén, de mayoría árabe y reconocidos por la ONU como territorio palestino.
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