, 08 May. 20 (ACI Prensa).- El Arzobispo de Utrecht y presidente de la Conferencia Episcopal de Holanda, Cardenal Willem Eijk, alertó que la Corte Suprema solo crea confusión con su sentencia sobre la aplicación de la eutanasia a pacientes con demencia senil, al no haber establecido criterios claros para esta práctica.
Así lo indicó el Cardenal un día después de la sentencia de la Corte Suprema respecto al caso de una mujer con demencia senil a quien se le practicó la eutanasia en 2016.
La mujer había firmado en 2012 un documento donde expresaba su voluntad de que se le aplicara la eutanasia, aunque el texto no era del todo claro porque se señalaba que la eutanasia podría realizarse solo cuando estuviese lista.
Sobre la base de una ley de 2002, según la cual una solicitud escrita sustituye a una solicitud verbal, el médico realizó la eutanasia tras haber consultado con la familia y con otros médicos especialistas en el tema. La mujer ya no era capaz en ese momento de indicar su voluntad y los médicos consideraron que su sufrimiento era insoportable.
En el procedimiento, el médico no se detuvo a pesar que la mujer retiró la mano cuando quiso administrarle un sedante, que luego se le colocó en el café. Cuando ya estuvo sedada, se procedió con la eutanasia.
Al médico se le inició un proceso por no haber claridad en el caso, pero el 22 de abril de este año fue absuelto del cargo de no haber sido preciso en la aplicación de la ley de la eutanasia, ya que se consideró que el retiro de la mano por parte de la mujer fue un reflejo espontáneo y no una resistencia al procedimiento.
Según la Corte Suprema, la administración del sedante, incluso sin el conocimiento del paciente, podría ser aceptable “en caso se puede prever un imprevisible comportamiento irracional, que podría complicar la eutanasia”, por lo cual el médico actuó de acuerdo a ley.
Sobre la falta de claridad en la declaración de la mujer, la Corte Suprema indicó que el médico podía interpretarla y que tuvo razón al concluir que la paciente deseaba la eutanasia en esas circunstancias.
El Cardenal Eijk criticó la decisión de la Corte y alertó que “en vez de generar criterios para interpretar las declaraciones escritas de eutanasia (de pacientes) con demencia avanzada, la Corte Suprema deja todo al juicio de los médicos involucrados y esta decisión aumenta su incertidumbre”.
El Purpurado precisó que a causa de los procesos legales contra médicos, el número de casos de eutanasia descendió a 6.126 casos en 2018, cuando en 2017 fueron 6.585.
El Arzobispo dijo que si bien “una caída de 7% puede ser vista como una contribución relativa al bien común”, esta no es la idea de los católicos, para quienes “la defensa legal del derecho a la vida es uno de los principios base”.
En el año 2019 los casos de eutanasia subieron en 2.655, un crecimiento de 13% respecto al 2018.
“Se puede temer que el juicio de la Corte Suprema, si bien ha hecho que los médicos estén más inciertos sobre la práctica de la eutanasia con pacientes con demencia avanzada, no llevará a un descenso general del número de casos de eutanasia o suicidio asistido”, concluyó el Cardenal.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en ACI Stampa
0 comentarios:
Publicar un comentario