Lima, 05 May. 20 (ACI Prensa).- Tras varios días de internamiento, 5 bebés recién nacidos de madres contagiadas con coronavirus COVID-19 fueron dados de alta del Hospital Guillermo Almenara, que pertenece al Seguro Social de Salud del Perú (EsSalud).
A un sexto bebé nacido de una madre infectada también se le descartó la enfermedad, pero sigue internado por ser prematuro. La progenitora se encuentra en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
En una entrevista al diario El Comercio, el doctor César García Aste, jefe del Servicio de Neonatología, aseguró que ninguno de los bebés está infectado con el virus.
“En realidad estamos hablando de seis casos, lo que tienen en común es que sus mamás son COVID-19 positivos, que se contagiaron de coronavirus. De esos seis casos, una de las mamás está seriamente comprometida en la Unidad de Cuidados Intensivos, las otras no, ellas ya fueron dadas de alta”, dijo el 5 de mayo.
Sobre el procedimiento para los nacidos de madres con COVID-19, comentó que se les realiza “una prueba molecular alrededor de las 24 horas de nacimiento, luego se les hace una segunda prueba que son las rápidas, estas últimas miden los anticuerpos y te da una información complementaria”.
“Cuando se comprueba que el bebe no tiene COVID-19, pasa con los demás recién nacidos y luego es dado de alta”, agregó.
César García también dijo que las madres que ya fueron dadas de alta pueden darle alimentación a sus bebés pero bajo un protocolo estricto.
“La madre debe estar a dos metros de distancia del bebe y otra persona tiene colaborar. Solamente se va a acercar para darle de lactar, que hay dos formas, una es lactancia materna directa, que implica que la madre deba estar con mascarilla, con gorro, lavado de manos. Lo otro es lactancia extraída si es que la madre estornuda, tose y está mal, otra persona puede ayudar alimentar al bebe, dijo.
“Además, hemos designado a un médico de mi servicio para que haga seguimiento al bebe, según establece la norma del Minsa (Ministerio de Salud), la cual es la vigilancia telefónica. Hay que llamar todos los días a la mamá para ver cómo está su bebé por un promedio de 14 días, a esto se llama vigilancia remota y hasta el momento no hemos tenido problemas con un ninguno de los cinco bebés”, agregó.
El 3 de mayo, la agencia Andina informó sobre otro bebé nacido de una madre con coronavirus, que fue dado de alta, esta vez del Hospital Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud.
El “nosocomio realizó una doble proeza: primero permitir que el bebé nazca sin ser contagiado gracias a todos los protocolos de bioseguridad y luego superar la situación de prematuridad por los cuidados especializados”, indicó la agencia.
Pese a las evidencias que demuestran que los bebés con madres infectadas pueden ser protegidos, el 22 de abril y través de una resolución ministerial, el Ministerio de Salud de Perú aprobó la directiva sanitaria 094-MINSA/2020/DGIESP “para garantizar la salud de las gestantes y la continuidad de la atención en la planificación familiar ante la infección por COVID-19”.
La directiva fomenta el uso de la anticoncepción oral de emergencia (AOE) o píldora del día siguiente, cuyo efecto abortivo ha sido reconocido por la Food and Drugs Administration (FDA) de Estados Unidos, ya que impide la implantación del óvulo fecundado o embrión en el útero.
La Asociación Médicos por la Vida de Arequipa rechazó varios contenidos de la reciente directiva sanitaria, porque se estaría aprovechando la crisis del coronavirus para atentar contra la vida de los niños por nacer.
“En este momento -expresaron los médicos-, en que todos nuestros esfuerzos como nación, deben estar dirigidos a mejorar nuestro precario sistema de salud para atenuar el grave impacto de la pandemia”, se “aprovecha la circunstancia para dictar medidas que atentan contra la vida de los peruanos en su etapa más vulnerable, la vida intrauterina”.
Sobre la píldora del día siguiente, indicaron: “Nos sorprende y preocupa que el Ministerio de Salud promueva el uso irresponsable e imprudente de esta droga en la población en general y particularmente en menores de edad, peor aún dejando de lado la historia clínica que es una herramienta esencial para una práctica responsable en medicina, lo que significa una grave exposición al peligro para las usuarias”.
Asimismo, sobre la atención de gestantes con sospecha o confirmación de COVID-19, criticaron el numeral 6.3.14 que recomienda “valorar finalizar el embarazo, en cualquier momento, en caso que se encuentre en riesgo la vida de la gestante infectada por COVID-19”.
“Y ¿qué significa finalizar el embarazo cuando el concebido no es viable fuera del útero de la madre? La respuesta es: aborto. Es decir, indica el aborto como posible acción sanitaria a aplicar en casos de madres gestantes con COVID-19 grave”, advirtieron los médicos.
Ante esto, expresaron que “esta medida es contraria a los principios que rigen el actuar médico, que siempre debe basarse en la aplicación de terapias que se fundamentan en rigurosos estudios científicos y con respeto a elementales principios éticos, los cuales llevan a la medicina a proteger con las mejores estrategias a los pacientes”.
“Ante una gestante estamos ante dos pacientes a cuidar, la madre y el niño por nacer”, aseguró la asociación de médicos.
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